martes, 26 de febrero de 2013

Lectura Digital: ¿son los libros una especie en extinción?

Para nadie resulta una sorpresa que los libros digitales han ganado un lugar preponderante en los libreros virtuales de los lectores. No son pocos quienes, hoy por hoy, eligen llevar cinco o seis títulos en su dispositivo en vez de cargar los volúmenes físicos.

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La discusión entre lo físico y lo digital no es novedad. Sucedió con el mp3, que vaticinó la muerte de los discos y para los fatalistas, inclusive de la música. Nada de eso pasó y, si bien ha disminuido de forma importante la compra de discos, otros formatos como los LP’s o viniles han experimentado una resurrección interesante.

El debate sobre el futuro de los libros impresos, que se ha desatado desde la aparición de los lectores electrónicos, es una discusión sobre la industria editorial y su capacidad de adaptación, pero también sobre el ejercicio de la lectura en sí, comenta el escritor de tecnología Clive Thompson en un artículo publicado en la revista Wired.

Cuando Amazon lanzó su dispositivo de lectura digital Kindle, el presidente de la compañía, Jeff Bezos, aseguró que el dispositivo no sepultaría a los libros físicos, sino que los mejoraría. Al igual que con la música, no sentenció su existencia, más bien abrió nuevas posibilidades y generó métodos alternos de lectura. Mientras que en el pasado los libros eran una experiencia enteramente personal, los ejemplares digitales le permiten al lector interactuar con la obra de diferentes formas: ya sea a través de audio, visuales o simplemente publicando extractos o selecciones del lector en las redes sociales.

Para Craig Mod, editor del Instituto para el Futuro del Libro, la distancia entre uno y otro son enormes: “A diferencia del libro impreso, el libro digital nunca estará terminado; es siempre un trabajo en progreso.”

Y aunque a nivel mundial las ventas de ebooks se han disparado, pues pasaron de 12 millones en 2010 a 14.7 millones en 2011, de acuerdo al portal StatisticBrain (www.statisticbrain.com) lo cierto es que los lectores aún prefieren los libros tradicionales sobre los digitales.

La posibilidad de que un día los libros dejen de existir es un tanto fatalista, muy al estilo de un filme de ciencia ficción de Ridley Scott. Suena casi inverosímil creer que una actividad que el ser humano ha venido desarrollando por más de 500 años desaparezca con el click de un botón. Se necesitaría mucho más que eso. Los libros son uno de los legados más sólidos y nobles del devenir de la civilización humana. Es por ello que su extinción por ahora parece imposible, especialmente mientras continúen existiendo quienes prefieran mil veces el olor que despide un libro nuevo a encender una pantalla. (elaborado por Wendolyn Espinosa)
Fuente | Fundación UNAM

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